De la misma manera que intentaste hacerme daño yo te ignoré.
De la misma forma que te demostré todo lo que te quería tú ni siquiera te diste cuenta.
De todo lo que me ensañeste nada olvidé.
Por la misma puerta que entraste en mi vida saliste, se me olvidó cerrarla.
Días perdidos, noches distantes, tardes eternas. Que ya te haya olvidado no significa que no pueda volver a recordarte, y eso me asusta. Todo dependía de ti, de mi y de todo aquel que se interpuso entre tú y yo y aunque nada haya salido bien ,he aprendido que si las cosas salen mal es porque ese es el final perfecto.
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